Algo tan simple como el pan puede dar muchos quebraderos de cabeza. Tanto su ubicación como uso, son algunas de las cuestiones que los comensales se preguntan a la hora de llevar a cabo un evento como comer o cenar fuera de casa.
¿Quién no se ha preguntado alguna vez cuál es su pan? Muchas son las personas que carecen de conocimientos básicos sobre el protocolo en mesa “teniendo por costumbre” coger el pan de la derecha, dejando sin éste a su acompañante. En mi opinión, este pequeño error deja al descubierto muchas carencias de formación de las personas; por lo que considero que es importante tener unos conocimientos básicos antes de asistir a un evento importante.
Vamos a ver rápidamente como usar el pan. Una de las cosas que nunca hay que hacer es cortar el pan con el cubierto. Éste debe “ser troceado” con las manos a medida que vayamos haciendo uso de él. Del mismo modo, no puedes morder el pan, al igual que deshacerlo en migas.
Por otro lado, en los casos en los que te encuentres con una corteza muy tostada y no te apetezca comértela deberás separarla con cuidado y depositarla en uno de los lados del platillo del pan, o por el contrario, en el propio plato una vez que hayas acabado de comer, de esta forma, será retirado junto con el plato tras la correcta colocación de los cubiertos sobre el mismo. Eso sí, lo que jamás debemos hacer; es dejarlo sobre la mesa.
Y por supuesto este elemento tan sencillo, pero perfecto para “vestir bien una mesa”, nunca debe salir de nuestro plato. Atrás quedo el mojar el pan en fuentes o salseras comunes.